La dama que se transformó en zorro

Silvia, la protagonista de esta novela tan singular como sabiamente alejada de la cursilería, se casa con el terrateniente Richard Te­brick, tras un breve noviazgo, y después de la luna de miel se instalan en la hermosa finca de Rylands, en el condado de Ox­ford­shire; la casa de los Tebrick es la única mansión en kilómetros a la redonda.

Pocos meses después, una tarde, salen a pasear por el bosquecillo de la colina cercana. Aún se comportan como enamorados: van a todas partes juntos y pasean de la mano. Ese día se oye a lo lejos una jauría de perros y, a continuación, la trompa de los cazadores; así que Richard acelera el paso hasta llegar a la linde del bosque, para no perderse el espectáculo. Desde allí dispondrán de una buena panorámica si los zorros aparecen. Su esposa se queda atrás, y él, to­mán­­dola de la mano, casi la arrastra. Antes de que alcancen la linde, ella da un violento tirón acompañado de un alarido y, de inmediato, él vuelve la cabeza…

Las historias de transformaciones son una manera de dotar de sentido al mundo, de ver las conexiones que el materialismo de nuestra era pasa por alto, y que pertenecen a un universo ordenado no sólo por la razón, sino también por la imaginación, un universo en el que el cambio es la única constante.

Leído en la prensa

«Garnett utiliza el humor, la fantasía, la alegoría y el realismo para explorar el dolor, la pasión, la fidelidad conyugal, el amor y la muerte.» Andrew Barrow, The Independent

«El encanto de esta novela corta, que sorprende y obliga a pensar, es que se lee, a la vez, como un relato amenísimo.» Luis Antonio de Villena, El Mundo

«Garnett exprime la fantasía, la metáfora y el realismo para explorar el dolor, la pasión, la fidelidad conyugal, el amor y la muerte. Una pequeña y extraña joya literaria.» Luis M. Alonso, La Nueva España

«Una maravillosa fábula, de una aparente ingenuidad, pero de una profunda perversidad.» Manuel Arranz, Levante

«La dama que se transformó en zorro parece guardar la esencia del espíritu del Grupo de Bloomsbury.» Gerardo Elorriaga, El Correo

«Deliciosa e inquietante a más no poder.» Manuel Hidalgo, El Mundo

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…