Salvad Venecia

«La más grande, la más bella impresión de mi vida», escribía el dandy Jean Lorrain a su madre en 1898 desde Venecia. Había llegado en otoño, cuando la luz crepuscular transforma la ciudad en un decorado decadente, lleno de melancolía. De sus cuatro estancias surgieron varios textos de singular belleza, repletos tanto de poesía como de conocimiento. En los que aquí reunimos nos ofrece una visión de la Venecia de entre siglos notablemente realista, aunque también fascinada, emocionada y sentimental.

En algunas páginas lanza un grito angustiado por la posible desaparición de la ciudad, víctima de su deterioro arquitectónico y su abandono (como demuestra la caída del Campanile en 1902); en otras, se olvida de esa misma ruina y brotan todas las sensaciones que provoca en su espíritu exquisito. Anna de Noailles las calificó como «el más brillante elogio» de Venecia que se había escrito.

«Es esta sensación de ensueño, este hundimiento y este retroceso hacia el pasado, esta vida que se escurre dentro del silencio, agudizado por susurros de aguas lentas y ecos de voces lejanas que repercuten en el agua… es esta vida en retirada y como a la deriva, dentro de una sombra silueteada por viejas iglesias y palacios… es, en fin, esta inmensa tristeza, embriagadora y nostálgica, que se siente ante los horizontes ya vistos en cuadros famosos, son todas estas complejidades turbadoras, apasionantes y profundas que sintetizan la influencia y la voluptuosidad misma de Venecia. Y este imperioso poder de la ciudad también lo padecieron otros: Lord Byron, Alfred de Musset, Richard Wagner.»

Leído en la prensa

«Un libro delicioso que vale la pena disfrutar cien años después de que el periodista francés, dandi y homosexual, lanzara su grito de auxilio al ver Venecia camino de ser una ciudad de Ys, una Atlántida del Adriático. Es una buena terapia percatarse con esta lectura de que la venerada ciudad, hace cien años en proceso de derribo, sigue a flote. Y es un gran deleite el que ofrece la prosa de Lorrain al describir cada edificio.» Román Piña, El Mundo

«En los dos textos largos, a medias documentales y a mitad líricos, apasionados, el lector percibe la cara y la cruz de la ciudad acuática. Junto a este Lorrain más periodista sin dejar de ser esteta, está el que vuelve a soñar los pasados esplendores de la Serenísima y su cúmulo de arte. El librito se convierte en un himno a la beldad decadente, invitando al viaje.» Luis Antonio de Villena, El Norte de Castilla

«(...) En las páginas de Salvad Venecia, al margen de su cuidada escritura y los lugares comunes del decadentismo al uso, se reclama expresamente, bien la salvación de la ciudad, bien el digno envejecimiento de unas piedras que deslumbraron al viajero durante siglos.» Manuel Gregorio González, Diario de Sevilla

«Como en toda su obra, los artículos de Salvad Venecia están impregnados de las características que definen a Lorrain y a los mejores narradores franceses de finales del siglo XIX: pesimismo, complacencia con el vicio y fulgurante búsqueda de paraísos artificiales. Pero además, toda la obra gravita alrededor de una visión fantástica, artificiosa y artística de la existencia, como si el autor buscara una salida a las limitadas perspectivas de la realidad convencional de su tiempo, sacando fuera sus propios fantasmas y anhelos más elevados.» Libros de Cíbola

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…