Em

¿Es posible que un ser humano sea capaz al mismo tiempo de lo peor y de lo mejor? La nueva novela de Kim Thúy tiene clara la respuesta: no existen las pasiones puras; el odio más recalcitrante puede estar entreverado con el amor más genuino. En pequeños capítulos, la autora desgrana la tragedia del pueblo vietnamita (y, en realidad, la de cualquier pueblo asolado por una guerra interminable) hasta nuestros días desde la llegada de los colonos que explotaron las plantaciones de caucho, tragedia que continuó con aquello que los estadounidenses llaman guerra de Vietnam, y los vietnamitas, guerra estadounidense.

Apoyándose en un sólido material documental y en los testimonios de aquellos que vivieron la guerra en el lado asiático, Thúy alterna las reflexiones sobre la Historia, la identidad y el lenguaje, a la vez que teje un conmovedor tapiz con los hilos de los azarosos destinos individuales de quienes sobrevivieron y sucumbieron a las calamidades de décadas de conflicto: jirones de memoria colectiva y personal trenzados de luces y sombras.

«Si se os encoge el corazón al leer estas historias de locura previsible, de amor inesperado o de heroísmo ordinario, pensad que toda la verdad muy probablemente os habría provocado, o bien un paro cardíaco, o bien un acceso de euforia.

En este libro, la verdad aparece fragmentada, incompleta, inconclusa en el tiempo y en el espacio. Entonces, ¿sigue siendo la verdad? La respuesta la dejo a vuestra elección: será el eco de vuestra propia historia, de vuestra propia verdad. Mientras tanto, en las palabras que siguen os prometo cierto orden en las emociones y un desorden inevitable en los sentimientos.»

Leído en la prensa

«Un admirable canto a la vida.» Le Télégramme

«Hay en las páginas de Em una generosidad a menudo dolorosa, un torrente de verdad que resulta admirable y digno de ser leído.» Francisco Millet Alcoba, La Opinión de Málaga

«Sigue resultando fascinante la capacidad que tiene la escritora de combinar un lenguaje refinado, contenido y exquisito con escenas duras, e incluso brutales, y que el resultado sea siempre equilibrado, hermoso y dolorosamente profundo.» Begoña R. Orbezua, Elemmental

«Em arranca en el presente, vuelve al pasado y empieza a andar hacia su propio punto de partida como quien sigue el hilo de Ariadna para darle sentido al laberinto que le rodea y así encontrar la salida. (…) La mejor lectura que puede hacérsele no es la del victimismo, sino la de la celebración de la familia en todas sus acepciones amorosas. Incluso aquellas que no implican consanguineidad.» Raül de Tena, Fantasticplastic

«Em es una novela breve que administra un mundo infinito. Y lo hace detalle a detalle como si creara, verdaderamente, una realidad: esa es la operación de la ficción.» Revista Spoiler

«Queriendo humanizar este conflicto, la novela vincula las líneas generales de la guerra de Vietnam con las historias de las personas que la vivieron. (…) Es duro porque la realidad es dura. Es intenso porque la guerra mata con intensidad. Es tierno porque el amor por los prójimos produce una especial ternura. Es salvación porque los testigos de estas brutalidades son supervivientes.» Madrid Actual

«Em destierra la idea de protagonista y de trama por una más benevolente tesis del movimiento continuo. Para contar una historia no habría que mantenerse fiel a los actores y actrices, sino al espíritu de ese tiempo. Algo más inasible, pero también más cierto. (…)La narración no es, en este paisaje, una construcción, una arquitectura verbal, por el contrario se trata de un trayecto. La escritura de Thuy es simple, leve, tan austera como poética. (…)Sus frases son segmentos de un espiral de tiempo.» Leonardo Sabbatella, Clarín

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