Los estratos

A través de una voz intervenida constantemente por muchas voces, esta portentosa novela cuenta la historia de un hombre asediado por la necesidad de reconstruir un recuerdo impreciso de su infancia, mientras los elementos esenciales de su matrimonio se desmoronan con el paso de los días.

En esa búsqueda de la mujer que lo cuidó cuando niño participan por igual su ex psiquiatra, un singular detective (fundamental al fin) y esta confluencia de espacios tan reales como simbólicos que llamamos ciudad, selva y mar.

Lejos de los modelos preestablecidos que abordan las realidades de América Latina desde el tremendismo apocalíptico o la banal celebración de lo exótico, Los estratos es una apuesta radical por una literatura apegada a la escritura, entendida aquí como transformación de la experiencia cotidiana y como reflexión sobre la manera en que se construyen los relatos personales, sociales e históricos. Y es también una máquina narrativa creada para revelar vínculos entre la experiencia personal más íntima y la violencia política, con sus numerosos discursos, lo que a la postre convierte esta novela en una exploración filosófica de las particulares formas del deseo propias del capitalismo tardío, en una sociedad tan desigual y contradictoria como la colombiana de comienzos de siglo XXI.

Leído en la prensa

«Los estratos, que parece haber sido escrita bajo el magisterio de Aira, Cortázar y, especialmente, Fogwill, de quien Cárdenas ha aprendido cómo narrar toda una época (su política, su economía, su régimen de visibilidad) a través de la peripecia individual y del detalle, señala también el agotamiento de aquello que alguna vez llamamos “realismo mágico” así como de aquella tendencia consistente en presentar América Latina como si fuese un suburbio de Miami, y su reemplazo por una especie de literatura de síntesis: por supuesto, en Los estratos hay teléfonos móviles, aparatos de aire acondicionado y restaurantes de comida rápida, pero también campesinos, prostitutas y una inusual profusión botánica, que a quienes no hemos crecido en el área del Caribe nos parece (un poco ingenuamente) el colmo del realismo mágico.» Patricio Pron

«El lirismo y las polifonías democráticas –vivos y muertos, ricos y pobres, negros y blancos, indios, la interferencia del discurso publicitario– que forman parte de la mejor literatura hispanoamericana también están aquí presentes.» Marta Sanz

«Los estratos es una lectura en clave geológica, psicológica, filosófica y sociopolítica de las diferentes capas superpuestas que contribuyen a crear esa ilusión que llamamos cultura y, así, es una (falsa) novela de tesis que enuncia la falaz dicotomía entre civilización y barbarie propiciada por el capitalismo.» Paisajes eléctricos

«Los estratos tiene múltiples otras lecturas. Baste, aquí, por ahora, decir que es uno de los libros mejor concebidos y resueltos que han aparecido en lo que va del año. Y que Cárdenas es un autor desafiante y verdaderamente original al que no hay que perder de vista.» Oxigenobolivia

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