Donde el silencio se bifurca

«Pronto voy a morir.» Así comienza esta novela perturbadora y exigente, un largo monólogo (¿desde el limbo?) entre la realidad y la irrealidad. Angustia, opresión y miedo son palabras esenciales en el relato de un hombre que piensa el mundo: desde la enfermedad a los males de nuestro tiempo. Lección moral, y de lucidez, en medio de la consumación, el hombre que nos habla en este relato ejemplar podría ser personaje de un renacido Thomas Bernhard o del mismísimo Dante (del limbo a las puertas del infierno).

Un país dividido por la guerra, una joven periodista torturada y asesinada, hambre y desolación... El Apocalipsis no está tan lejos, y de cuando en cuando aparece a la vuelta de la esquina. «Es posible que la antesala de la muerte sea la propia muerte.» Desde El asco, de Horacio Castellanos Moya, pocos «exabruptos» a la altura de éste nos ha ofrecido la literatura en español.

«Debes contar tu historia antes de que sea demasiado tarde. Todos tienen que hacerlo. Pero ¿quién quiere escuchar a todos? O mejor dicho: si todos cuentan su historia, ¿quién va a escuchar? Necesitamos que unos aprendan a no decir por un momento para que otros se esfuercen en decir algo significativo.»

Leído en la prensa

«Para Piña toda literatura es policíaca, porque sin una transgresión no hay trama que interese.» El Informador

«Feliz y osada anomalía narrativa en un entorno de uniformidad y persecución del aplauso fácil.» Luis Bugarini, Nexos

«Concebido como una diatriba elevada desde una perspectiva espaciotemporal tan efímera e indefinida como atribuirle a tiempos y espacios empáticamente identificables, Donde el silencio se bifurca es un texto hipnótico y necesario entre la vorágines de títulos intrascendentes o simplemente de una indecencia narrativa que roza el escándalo.» María Teresa Lezcano, Sur