Precioso día para la boda

Estamos en Inglaterra. En un día de marzo del año 1930 o 1931. Dolly se va a casar con el hombre equivocado, mientras Joseph, uno de sus jóvenes amigos —o «algo» más—, se debate entre detener el enlace o huir de todo aquello, entre declarar su amor o callárselo para siempre.

Una madre escandalosa y una hermana alborotadora; familiares excéntricos y amigos muy singulares; sirvientes de la vieja época y una antigua casona en el campo... Personajes y escenario de una «brillante y agridulce comedia», como la describiera The Guardian tras la reciente reedición de esta novela publicada por primera vez en 1932 por The Hogarth Press, la editorial que fundaran Virginia Woolf y su esposo Leonard.

Leído en la prensa

«Una combinación entre Nancy Mitford, P. G. Woodhouse y Stella Gibbons, con un toque de Virginia Woolf.» Rebecca Steinitz, The Daily Rumpus

«Tras La soledad del corredor de fondo, Tom Jones y La última carga quise dirigir una película basada en Precioso día para la boda, una vieja novela de Julia Strachey que cayó en mis manos mientras rodaba Tom Jones. Luego, ante las propuestas que me llegaban, lo fui olvidando, a pesar de que, de vez en cuando, algunos momentos de aquel libro se me aparecían y acababan por ser parte de mis películas, como en alguna escena de Un equilibrio delicado o El hotel de New Hampshire... Además, me siento muy cercano a todo lo que vivió Strachey, y también a su obra, que me recordaba a algunos amores y amigos, y que me hizo sonreír cuando lo necesitaba...» Tony Richardson

«Junto al brillante retrato de costumbres, se deja sentir en la novela una furia inconcreta que trasciende la sátira amable y el enredo galante para reflejar la hipocresía de las relaciones familiares y un vago malestar generacional, al modo no menos impreciso de los futuros jóvenes airados.» Ignacio F. Garmendia, Diario de Sevilla

«Cuando en 1934 Julia Strachey publicó esta novela su tío Lytton Strachey acababa de morir y el libro apareció en el catálogo de The Hogarth Press, la prestigiosa editorial fundada y dirigida por Virginia Woolf y su esposo Leonard, ella, Virginia, autora de La señora Dalloway, justificó la edición con estas contundentes palabras: “Creo que es asombrosamente buena”. En efecto, leída hoy, setenta y siete años más tarde, sigue siendo asombrosamente buena.» Robert Saladrigas, La Vanguardia

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